KAIZEN “MEJORAMIENTO EN MARCHA”
La estrategia de Kaizen es el
concepto de más importancia en la administración japonesa. Kaizen significa “el
mejoramiento en marcha que involucra a todos –alta administración, gerentes y
trabajadores”. Kaizen es asunto de todos.
El concepto Kaizen es vital
para entender las diferencias entre los enfoques japonés y occidental de la
administración. Así pues el Kaizen es una forma de pensar orientada a los
procesos en contraposición a la innovación occidental y al pensamiento
orientado a los resultados.
Kaizen genera el pensamiento
orientado al proceso, ya que los procesos deben ser mejorados antes de que se
obtengan resultados mejorados.
El Kaizen comienza
reconociendo que cualquier compañía tiene problemas, Kaizen los soluciona
estableciendo una cultura empresarial, en la cual todos pueden admitir
libremente estos problemas. La función de la administración es hacer un
esfuerzo constante para proporcionar mejores productos a precios más bajos. La
estrategia de Kaizen ha producido un enfoque de sistemas y herramientas para la
solución de problemas que puede aplicarse para la realización de este objetivo.
La mayoría de las compañías
afirman que la administración debe dedicar cuando menos el 50% de su atención a
Kaizen.
Otro aspecto importante de Kaizen
ha sido su énfasis en el proceso. Kaizen ha generado una forma de pensamiento
orientada al proceso y un sistema administrativo que apoya y reconoce los
esfuerzos de la gente orientada al proceso para el mejoramiento.
La filosofía de Kaizen supone
que nuestra forma de vida –sea nuestra vida de trabajo, vida social o vida
familiar- merece ser mejorada de manera constante. El mensaje de la estrategia
es que no debe pasar un día sin que se haya hecho alguna clase de mejoramiento
en algún lugar de la compañía.
El punto de partida para el
mejoramiento es reconocer la necesidad, si no se reconoce ningún problema,
tampoco se reconoce la necesidad de mejoramiento. La complacencia es el
archienemigo de Kaizen.
Kaizen enfatiza el
reconocimiento del problema y proporciona pistas para la identificación de los
mismos. Una vez identificados estos, los mismos deben ser resueltos. Kaizen
también es un proceso para la resolución de problemas. El mejoramiento alcanza
nuevas alturas con cada problema que se resuelve.
El Kaizen trata de involucrar
a los empleados a través de las sugerencias. El objetivo es que los
trabajadores utilicen tanto sus cerebros como sus manos.
“Lo único que una empresa
puede ofrecer a sus clientes es la calidad”; razón por la cual la calidad es
primero, no las utilidades. La calidad es la única forma de permanecer
competitivos y servir al cliente. Los esfuerzos para mejorar la calidad llevan
en forma automática al mejoramiento de la productividad.
El mejoramiento por el bien
del mejoramiento es la forma más segura de fortalecer la competitividad general
de la compañía. Si se cuida la calidad, las utilidades se cuidan por si mismas.
Los elementos básicos que
deben administrarse en una empresa son la calidad, la cantidad, el tiempo de entrega,
la seguridad, el costo y la moral del empleado.
Según el Kaizen, cualquier
proceso de trabajo tiene desviaciones al principio, y se necesita el esfuerzo
para estabilizar el mismo.
El concepto de Kaizen
significa que todos, no importa cual sea su título o puesto, deben admitir con
sinceridad cualesquier error que hayan cometido o fallas que existan en su
trabajo, y tratar de hacer un trabajo mejor la siguiente vez. El progreso es
imposible sin la facultad de admitir los errores. Cuanto mejor se acepten los
errores, más rápidamente se aprenderán de ellos para hacerlo bien la próxima
vez.
Según la filosofía Kaizen,
“los errores son grandes momentos en nuestra existencia, pues crean
oportunidades para el crecimiento”.
No puede haber mejoramiento en
donde no hay estándares. El punto de partida de cualquier mejoramiento es saber
con exactitud en dónde se encuentra uno. La estrategia de Kaizen hace esfuerzos
sin límites para el mejoramiento. El Kaizen es un reto continuo a los
estándares existentes. Para el Kaizen sólo existen los estándares para ser
superados por estándares mejores. “Cada estándar, cada especificación, y
cada medición claman por una constante revisión y mejoría”.
Para los administradores
japoneses “ninguno de nosotros es tan inteligente como todos nosotros”. Es una
forma de subrayar la enorme importancia del trabajo en equipo. En el mundo de
hoy hay abundante tecnología, muchos empresarios, mucho dinero, mucho capital a
invertir. Lo que escasea son los grandes equipos. La inteligencia social tiene
una importancia inmensa para triunfar en un mundo donde el trabajo se hace en
equipo y los grandes equipos hacen la diferencia.
Cada vez tiene más importancia
la red de trabajo o el equipo de personas al que pueda recurrirse para obtener
información y pericia. Se ha llegado a depender de la mente grupal como nunca
antes.
Al respeto “el todo nunca
equivale a la suma de sus partes, es más o es menos, según sus individuos
trabajen juntos bien o mal”.
El trabajo y los deportes
tienen muchas cosas en común. En la industria moderna es fundamental la armonía
entre los componentes de un grupo, como en el trabajo en equipo. Así pues en
una carrera de remos con ocho palistas por embarcación, un equipo de
baloncesto, o un equipo de fútbol, la clave del éxito o el fracaso está en el
trabajo en equipo. La fabricación también se desenvuelve mediante el trabajo en
equipo. La idea es el trabajo en equipo; no el número de productos terminados
por la línea en conjunto.
El punto de partida de Kaizen
es identificar los desperdicios o despilfarros. Combatir los desperdicios de
recursos financieros, de espacio, de tiempo, de recursos humanos, de material
es fundamental, y para ello es menester concientizar tanto a los directivos
como al personal para detectar dichas “mudas” (desperdicios) y eliminarlas.
Cambiar la disposición de la
planta para mayor eficiencia es una de las máximas prioridades y esfuerzos de Kaizen,
los cuales se dirigen a reducir las bandas transportadoras o a eliminarlas por
completo.
La administración de la planta
debe empeñarse en los cinco objetivos de fabricación siguientes:
1.
Lograr la máxima calidad con la máxima eficiencia.
2.
Mantener un inventario mínimo.
3.
Eliminar el trabajo pesado.
4.
Usar las herramientas e instalaciones para maximizar la calidad y eficiencia,
y minimizar el esfuerzo.
5.
Mantener una actitud de mente abierta e inquisitiva para el mejoramiento
continuo, basado en el trabajo de equipo y en la cooperación.
Los aspectos antes mencionados
son esenciales a los efectos de lograr poner en práctica el sistema Just in
Time. Sistema que considera al exceso de producción (sobreproducción) y al
exceso de inventarios como los enemigos centrales de los procesos productivos y
de la rentabilidad de las empresas.
Dentro del esquema del Just in
Time "Justo a tiempo" se subrayan como ventajas fundamentales de su
aplicación:
1.
Acortamiento del tiempo de entrega
2.
Reducción del tiempo dedicado a trabajos de no procesamiento
3.
Inventario reducido
4.
Mejor equilibrio entre diferentes procesos
5.
Aclaración de problemas
El Kaizen cubre el aspecto
total de los negocios, principiando con la forma de operar del trabajador en el
taller, moviéndose hacia la maquinaria y por último efectuando mejoras en los
sistemas y procedimientos.
El Kaizen resalta la
importancia de la simplicidad, el cual es importante como valor deseado. La
simplicidad es aún más importante como hábito mental permanente, como estilo de
pensamiento. Para ello es menester conceder valor a la simplicidad, tener la
determinación de buscar la misma, es menester desafiar los elementos existentes
y tener ideas claras de los objetivos buscados.
El Kaizen reconoce que un
hábito aprendido se puede desaprender, cambiándolo por otro más efectivo con
tiempo y esfuerzo. El cambio profundo requiere la recomposición de hábitos
arraigados en el pensar, en el sentir y en la conducta.
El punto de partida de Kaizen
es que el trabajador adopte una actitud positiva hacia el cambio y mejoramiento
de la forma en que trabaja.
El Kaizen da gran importancia
al mantenimiento de las máquinas y a la limpieza del lugar de trabajo. El
barrido, limpieza y otras faenas de aseo deben ser el punto de partida para
todas las actividades de mejoramiento. Una vez que los trabajadores adquieren
el hábito del mantenimiento y limpieza de su lugar de trabajo, han adquirido
disciplina. Los trabajadores se enorgullecen de su entorno de trabajo nítido y
limpio. La moral es más elevada y tienen lazos más estrechos con su equipo con
el que trabajan.
El Kaizen principia con un
problema o, con más precisión, con el reconocimiento de que existe un problema.
Si no existen problemas, no hay potencial para el mejoramiento. Recurriendo al
pensamiento positivo, podemos convertir cada problema en una valiosa
oportunidad para el mejoramiento. Cuando existe un problema, hay potencial para
el mejoramiento. “El punto de partida en cualquier mejoramiento es
identificar el problemas, siendo éstos las llaves del tesoro oculto”.
Para el Kaizen nunca debe
discutirse el problema de un cliente, siempre es la oportunidad de mejorar para
el cliente. Lo peor que una persona puede hacer es ignorar o tapar un problema.
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